Los niños son muy sensibles a todo lo que decimos y especialmente a cómo lo decimos. Como padres y educadores nos corresponde a veces marcarles unos límites, para enseñarles cómo se hacen las cosas, pero algo que les ayuda enormemente es hacerlo en positivo.
Por ejemplo, en lugar de decirles:
“Tienes que comer” se puede decir: “Comer te ayuda a crecer”.
“Siéntate” se puede transformar en: “Sentado estarás más cómodo”.
“No juegues con la pelota” se podría transformar por: “Juega mejor con el peluche, te echa de menos…”.
El día que tengan que cruzar la calle y ya quieran hacerlo solos, en lugar de prohibírselo sin más, podemos explicarles que hacerlo sin dar la mano es peligroso, pero que ya son mayores para elegir de qué mano quieren cruzar, de ese modo reconocen que ya han crecido para tomar algunas decisiones.
De esta forma, les damos una explicación y además favorecemos su conciencia de libertad, y aunque sea en pequeños detalles, ellos se sienten mejor si han elegido hacer o dejar de hacer algo.
Nieves García, Equipo Mundo Creati. Licenciada en Filosofía y Pedagogía, pero en constante aprendizaje.
Cada año de experiencia, en el trato diario con los niños y las familias, aprendo, disfruto y reafirmo mi vocación de acompañamiento en el crecimiento de cada persona. La educación es mucho más que un sistema, es la clave para la vida. El educador ayuda a vencer miedos, enseña a lograr metas, da seguridad al aprendizaje, y su estilo marca la vida del niño. La educación es una tarea noble, orientada a las personas siempre; es una responsabilidad que agranda el propio corazón y es la clave que marca la diferencia entre los sueños imposibles, y los sueños que un día ven la luz de la realidad.